martes, 12 de octubre de 2010

Servicio Cívico Voluntario y los Derechos del Niño

La ministra de Defensa Nilda Garre se refirió al proyecto de Servicio Cívico Voluntario que tiene media sanción en Senadores y será tratado en Diputados “me parece un engaño a la ciudadanía, como si con esto se fuese a solucionar la problemática de seguridad, la experiencia de Mendoza no dejó buenos resultados, el Senador Sanz dijo que en tres años se inscribieron 4500 personas pero eso es una mentira, yo tengo las cifras y sólo se inscribieron 800 de los cuales egresaron menos de la mitad”.

Sostuvo que “nuestra opinión es contraria, cada una de las tres fuerzas coincidieron en que no estaban en condiciones ni capacitados para llevar adelante este proyecto. El Servicio Cívico Voluntario es un mamarracho desde el punto de vista técnico, una improvisación que no define con precisión alguna de las situaciones. Por ejemplo, habla de jóvenes en situación de riesgo y no queda muy claro que quiere abarcar con esa definición”.

Asimismo agregó que “uno supone que, por el giro que tuvo el proyecto a la Comisión de Justicia y Asuntos Penales se trataría de jóvenes que han incurrido en algún tipo de conducta delictiva o con problemas de adicción. Uno hace estas suposiciones porque si fuera un proceso educativo o de capacitación en oficios al menos tendrían que haber tenido participación las comisiones de Educación y de Trabajo. Aquí subyace un espíritu de contenido represivo sobre jóvenes entre 14 y 24 años y se apuesta a que las Fuerzas Armadas por su formación militar estricta, puedan disciplinarlos. Me parece una concepción autoritaria y muy peligrosa, además de ser superficial”.

Por otra parte aclaró que “las Fuerzas Armadas están absolutamente incapacitadas para manejar estos temas, más aún pueden ser negativas en ese sentido. Además las instalaciones de las Fuerzas Armadas no están preparadas para este tipo de actividades. Este proyecto vuelve a poner a las Fuerzas Armadas en el papel represivo disciplinador mientras estamos haciendo el mayor esfuerzo para modificar esa imagen que afortunadamente se dejó atrás. Hoy hay otro espíritu, otra formación”.

Por último enfatizó que “me parece un engaño a la ciudadanía, como si con esto se fuese a solucionar la problemática de seguridad, la experiencia de Mendoza no dejó buenos resultados. El Senador Sanz dijo que en tres años se inscribieron 4500 personas pero eso es una mentira, yo tengo las cifras y sólo se inscribieron 800 de los cuales egresaron menos de la mitad. No hay remedios mágicos para el tema seguridad y la solución no pasa por entender que los jóvenes de sectores marginales deben ser militarizados”.

Fuente: Ministerio de Defensa

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